Sobre las piedras del tiempo

Desde la noche que sobre mi se cierne

Negra como su insondable abismo

Agradezco a los dioses, si existen

Por mi alma invicta…

1954

Mi abuela, en su inocencia, pregunta a la mujer fuerte, dura y dulce a la vez: “Mamá ¿Quién es Fidel Castro?” Ella sigue moviendo el café que se tuesta, y sin mirarla, en un susurro, responde: “Es un hombre bueno, pequeña, un hombre que está preso por Cuba, para que ustedes tengan escuelas, médicos y zapatos, para que tengan un futuro de luz”…

Caído en las garras de las circunstancias

Nadie me vio llorar ni pestañear.

Bajo los golpes del destino

Mi cabeza ensangrentada sigue erguida…

1967

Mi madre, con la muñeca en brazos, pregunta ansiosa “¿Quién es Nelson Mandela?”  Mi abuela deja de lavar, la mira y responde: “Es un hombre bueno, hija mía. Un hombre que está preso por luchar por los suyos, por construir un mundo nuevo, para que los niños de Suráfrica tengan un futuro de luz”…

Más allá de este lugar de lágrimas e ira

Yacen los horrores de la sombra,

Pero la amenaza de los años

Me encuentra, y me encontrará, sin miedo…

2010

Con ojos asombrados, mi hija me pregunta: “Mamá, ¿Quiénes son los cinco héroes?” La abrazo, y le respondo: “Son hombres buenos, pequeña, hombres que están presos por protegerte a ti, a todos nosotros. Hombres que luchan porque no existan más ni el miedo, ni las bombas, ni la maldad, para que los niños del mundo tengan un futuro de luz”…

Ojalá que mis nietos tengan otras preguntas, preguntas sobre sueños, victorias y esperanzas. Ojalá que mis nietos  los recuerden a todos  como nombres de luz y justicia sobre las piedras del tiempo.

No importa cuán estrecho sea el camino

Cuán cargada de castigo la sentencia.

Soy amo de mi destino

Soy el capitán de mi alma.