“Cuba tiene una puerta grande con muchos, muchos pestillos, y cuando vengan los malos, no van a poder entrar”. Así me dijo Kamila, mi hija de cuatro años, cuando terminé de hablarle de Girón, “Nemesia flor carbonera” por medio. Kami quiere ser periodista, y se pasa los días “reportando” en el círculo infantil que la casita quedó desorganizada, o que la pequeña textilera del salón la dejaron sola, y le explicó a la “seño” que los periodistas reportan todo lo que está mal, para que se resuelva. Por eso no me extrañó que, cuando le recité la Elegía de los zapaticos blancos, comenzara la entrevista.
Esta es una tierra milagrosa, donde los sueños se agolpan por las calles, donde el mar besa la arena sabiéndose dichoso, donde la luz es el estado natural de las cosas. Te invito a conocer mis milagros, milagros del Hombre, que se hacen Divinos
jueves, 31 de marzo de 2011
La finca de los pavos reales
El sol arranca destellos a la finca de los Rodríguez González, en Tasajeras, Banes. La casa rebosa de alegría y sencillez, como en la mayoría de las viviendas campesinas de Cuba. En el patio, más de cien gallinas disputan el reinado con una veintena de pavos reales, que llevan la mirada desde el azul de sus cuellos hasta la magnificencia de sus colas, y hace pensar al visitante que se pasea por un cuento de hadas.
Crece en los pequeños banenses el amor a los Cinco Héroes
Un círculo de interés sobre los cinco héroes funciona en el seminternado Ciro Redondo García del municipio de Banes, donde los pequeños conocen más sobre la vida de estos hombres y los acercan a su realidad.
lunes, 14 de marzo de 2011
Siempre vale la pena
Me dijo un colega hace unos años en medio de un día super estresado: “Nos trajeron engañados, no sabíamos lo que era esto”. Luego de las risas estruendosas, que casi siempre matizan el corre corre de los informativos, pensé que tenía razón: vinimos engañados. En la universidad te explican la técnica, las formas adecuadas de tratar los temas, los que dicen los teóricos. Pero no nos preparan para lo que nos espera al salir a la calle. Nunca nos dijeron en medio del aula, que esta profesión tiene la misma cantidad de risas que de lágrimas.
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