Juana
de la Torre tiene un tesoro en su casa, a pocos metros de la cafetería de Cortaderas,
en Banes. Cuando pasas por ese lugar, la vista queda atrapada y algo te impulsa
a entrar. Quizás sea el aire de felicidad que se respira, quizás las flores que
relucen en el jardín, pero yo apuesto porque lo verdaderamente mágico es la
decisión de esta gente al enfrentar la vida.
Esta es una tierra milagrosa, donde los sueños se agolpan por las calles, donde el mar besa la arena sabiéndose dichoso, donde la luz es el estado natural de las cosas. Te invito a conocer mis milagros, milagros del Hombre, que se hacen Divinos
miércoles, 4 de mayo de 2011
La madre de las riquezas
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